Viuda negra
¿Sabías que las viudas negras se comen a sus parejas?
¡Así es! ¡Y a veces ocurre después de la copulación! Durante este proceso, las arañas macho emplean los pedipalpos (tentáculos delanteros que en los extremos tienen unos bulbos rellenos de espermatozoides), para inseminar los óvulos de las arañas.
El macho toca lentamente los hilos de la telaraña hasta que entra en contacto con la hembra, acercándose por el vientre para copular, proceso que dura aprox. 20 minutos durante los cuales puede suceder que, si la hembra tiene hambre, se come al macho. Si la hembra queda saciada o satisfecha, no tendrá ganas de copular con otro macho.
Por ello, al final de la cópula el macho se ofrece para ser comido ya que, al devorarlo, la hembra se satisface y pierde su receptividad sexual, con lo que la hembra utilizará los espermatozoides del macho devorado y no los de otros machos, por lo que este “sacrificio”, sirve para la sobrevivencia de la descendencia del macho.
La temporada de reproducción de las arañas (y de la capulina en especial), es el periodo de transición hacia las lluvias, ya que hay abundante comida para ellas: a mayor vegetación, más polinizadores para comer.
Explica Alejandro Córdoba, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM que: “Para el macho, la clave del éxito reproductivo es tener muchos hijos. Y eso lo logra sacrificándose. Si la hembra no se lo come y no queda satisfecha, buscará otros machos y los espermatozoides del último macho fertilizarán a la capulina hembra”
Ésta es la razón evolutiva del canibalismo arácnido, donde la selección sexual es clave para la sobrevivencia de la mayor descendencia de una araña macho.
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