El minador de la hoja Liriomyza spp es un organismo que llega a ocasionar daños considerables, al invadir cultivos de chile, jitomate, frijol, berenjena, papa, tomate de cáscara, chícharo, alfalfa, brócoli, coliflor, col, apio, lechuga, cebolla, ajo, maracuyá.

Debe tenerse especial precaución con el MIP del minador de hoja, ya que como dice el dicho “el caldo puede salir más caro que las albóndigas”. Esto es porque cuando se trata de dar solución cuando el minador es una plaga, existe el riesgo de provocar la eliminación de la fauna benéfica que ayuda a su control y de hecho, exacerbar la población de minador, teniendo un efecto contrario al deseado. 

En este sentido el Manejo Integrado de Plagas cobra una importancia capital en el manejo de esta plaga. Por ello, hoy te compartimos algunas medidas no químicas que se deben emplear, así como algunos tips al momento de emplear medidas de control químico.  

Monitoreo: Este, debe realizarse desde el inicio del cultivo y puede realizarse con el uso de trampas adhesivas efectivas para la detección como control de poblaciones adultas. Es una medida preventiva, de monitoreo y de tratamiento a la vez. 

Medidas culturales: como lo es destruir y enterrar los restos de malezas de hoja ancha ya que comúnmente alberga Liriomyza spp en sus diferentes etapas. La destrucción de esta maleza y de los residuos de los cultivos inmediatamente después de la última cosecha, son medidas de prevención muy importantes para reducir las poblaciones de este insecto.

Control químico: Debe tenerse un claro conocimiento de las etapas de desarrollo de estos organismos, así como un monitoreo detallado para determinar el poder realizar la aplicación de determinado plaguicida con la menor incidencia en la fauna benéfica. Por ejemplo, Garza, 1999 comparte que “En los cultivos de chile y jitomate las aplicaciones de insecticidas se deben iniciar después de los 60 días del trasplante, siempre y cuando el 20 por ciento de las hojas presenten una o más minas con larvas vivas”. 

También comparte que, “Antes de este período – de los 60 días de trasplante) la plaga es controlada con la aplicación de 350 gramos de ingrediente activo por hectárea (g I. A./ha) de Imidacloprid que se realiza a la base de la planta para el control de insectos vectores de virus; además, con este manejo se reduce la aplicación de insecticidas para el control de ésta y otras plagas, lo que permite que los parasitoides del minador de la hoja se establezcan en las huertas de estos”. 

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FUENTES:

INIFAP. 

SENASICA.

Garza, U. E. 1999. Estudio y manejo integrado de las plagas de chile y jitomate en el estado de San Luis Potosí. En: Informe 1996-1999