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¡No puedo contra esta plaga!

Más allá de un dicho, la resistencia se define como un cambio genético en un organismo como respuesta a la selección por sustancias tóxicas. Puede ocurrir, que el problema vaya más allá del simple dicho y la forma o tratamiento que se lleve a cabo ya le haya permitido a un organismo sobrevivir a la exposición a un plaguicida, que normalmente podría resultar letal.

Algunas prácticas de control de plagas han mostrado consistentemente que exacerban la pérdida de poblaciones susceptibles de plagas y el desarrollo de la resistencia. Existen varios aspectos que pueden provocar resistencia: biológicos (como el tamaño de la población y sus formas de reproducción), factores genéticos (como la preponderancia de genes de resistencia) y los últimos son conocidos como operacionales, que, por definición, son aquellos en los que se tienen más posibilidades de intervención. A continuación, te contamos sobre algunos de estos últimos:

  • Uso común/frecuente de un mismo producto plaguicida  o de aquellos que están  sumamente relacionados. Por ejemplo, ¿sabías que los plaguicidas de amplio espectro son algunos de los productos que pueden generar más resistencia? Esto es simplemente porque son utilizados con mayor frecuencia. 
  • El uso de dosis de aplicación que están por debajo o por arriba de las recomendadas en la etiqueta. Por ejemplo, si la dosis es demasiado alta,  y llegase a haber algún  sobreviviente y existe un proceso reproductivo es probable que se den poblaciones más resistentes, además de que dosis muy altas pueden tener efectos secundarios sobre enemigos naturales. 
  • Dependencia casi total del control con químicos, poner la mira solamente en tratar o erradicar directamente la plaga, hace que el enfoque esté en el uso de químicos.

A pesar de que estos tres ejemplos parecen ser muy normales y comunes, existe una buena noticia. Hay varias formas eficaces y sencillas de evitar la resistencia, mediante un plan de resistencia, dentro del marco de la estrategia de manejo integrado de plagas.

  1. Es un marco que previene el uso de técnicas más allá de las químicas.
  2. Es un marco que permite pensar y repensar el que, como y cuando del uso de estos, teniendo una visión general del plan que permite prever el uso inadecuado de los productos así como la mejor mezcla y utilización de una variedad determinada de productos. 
  3. Además, el marco del MIP obliga al especialista a conocer la biología de las plagas, es decir, tienes que conocer a tu enemigo.

Para llevar adelante un MIP necesitas un aliado en ZALUN apoyamos tus estrategias de MIP con una amplia variedad de productos químicos de amplio espectro, productos sinérgicos, trampas, cebos, repelentes y mucho más. ¡Somos tus asesores!

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